Muchos conocen ya la maravillosa obra de Carl Sagan (1934-1996) "Cosmos",
donde en un infinito viaje recorre el espacio y el tiempo, soles, planetas, cielos, infiernos, evolución humana, pensamiento crítico científico, días de gloria, días sin fin y días con finalidad, noches de estrellas y noches auténticas del alma, también muestra el sendero de la a veces proverbial estupidez humana, la intolerancia, el miedo a las ideas ajenas, la supremacía de mi verdad frente a la verdad de otros...
En cualquier caso, de duda, nos muestra cómo fuimos y somos, quizás cómo seremos; y cómo interpretamos lo que recogen los sentidos, cómo sentimos lo que es invisible, intangible, etéreo, y cómo todo ello decidimos enfrentarlo, buscando respuestas a las preguntas, o preguntas a las respuestas que nos son dadas.
La respuesta siempre es la misma, la vida no admite representantes, ni figurantes, ni siquiera imitantes, ya que ella nos es dada para parirnos todas las veces que sea necesario. Por parto natural o por cesárea.
El libro está basado en la serie de televisión del mismo nombre, repuesta recientemente, y en uno de sus capítulos propone para los viajes interestelares la construcción de un velero solar ( Light Sail), que utilizando la energía solar recorra el universo de forma que el combustible no suponga un gasto ni una carga para el mismo.
El próximo 20 de mayo realizará su primera prueba por parte de la empresa Planetary Society, para analizar el funcionamiento de las cuatro velas en esta estructura parecida a un cometa, que una vez desplegadas captaran y almacenaran energía solar, funcionando así de forma parecida a un velero; y en abril de 2016 se preve que haga su primera salida al espacio exterior.
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