Pandora abre su caja en contadas ocasiones.
Y esparce sus envenenados tesoros, sus desvergüenzas, sus sacrílegos dones.
Anoche la ciudad de la luz se envolvió en sombras.
Luces y sombras de estos tiempos.
El desatinado odio se encarnó en extrema religión.
Se hizo el rojo su color.
Y los inocentes volvieron a ser víctimas.
Si realmente los dioses os pudieran hablar, ellos os dirían...
#Je suis Paris
A veces somos a voces tristeza infinita también
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