Este año hablar de tolerancia se hace duro después de los recientes y terribles atentados en Paris.
El dolor a veces nos hace olvidar quienes somos, cómo somos y en qué creemos e implacablemente, sentimientos, actos y palabras se arremolinan en nuestras cabezas y nuestros corazones y entonces la madeja se enreda, la sangre sube a borbotones a nuestras sienes y todo estalla dentro. No, no es el estado más deseable para hablar y/o actuar.
Los medios de comunicación, también nuestros dirigentes y algún que otro descerebrado... prenden la mecha de la intolerancia, el racismo, la xenofobia..el odio, sentimientos todos ellos altamente inflamables.
Esta mañana escuchaba con admiración a un familiar de una de las víctimas que era de Granada: "Este dolor que estamos sintiendo no se va a curar porque se cause otro dolor. Queremos que se cure con justicia y amor, justicia para los que lo han ejecutado y financiado y amor para todas las víctimas y sus familias"
Han sido las palabras más sensatas que he escuchado en estos días, aún estando llenos de dolor y tristeza.
El ancestral "ojo por ojo" solo servirá para añadir más dolor, si cabe. Basta ya de criminalizar a toda una civilización y una religión como el Islam, que en absoluto amparan la violencia ni el odio sino todo lo contrario. Todo lo demás lo engendra la ignorancia y la intolerancia.
El rap como vehículo de lucha contra la injusticia. Jeebli.
"..porque todos hemos venido a este mundo sin papeles"
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