En estas noches de cálido verano, de paseos interminables al amparo de otros o de uno mismo, conviene de vez en cuando parar y mirar hacia arriba, para observar, y sentir, cómo se mueve la tierra bajo tus pies, pero el cielo, en ese instante en que nos detenemos, fija su posición, y deja sus luces en él.
Para identificar estas físicas luces, se puede utilizar esta sencilla guía, sin más ambiciones de mirar de norte a sur, de levante a poniente, y escuchar la voz del firmamento.
Las otras huellas del cielo emocionales son, más personales quedan, y cada uno debe saber... donde va el camino, donde fluye el día.
Who can say
Where the road goes
Where the day flows
Only time
Where the road goes
Where the day flows
Only time
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