Y UNA TIZA AL CIELO: 11 de marzo, Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo

Hoy se cumplen 10 años de aquel fatídico jueves que estremeció a todo el país.

Nuestra sociedad, por desgracia, estaba acostumbrada al azote del terrorismo desde 4 décadas atrás, pero nunca se habían alcanzado las cotas de masacre como aquel 11 de marzo de 2004, el día en que el horror se subió a 4 trenes para instalarse en nuestra memoria colectiva.

Portada de El Jueves sin viñeta satírica.

Aquellas bombas sacudieron los cimientos de nuestra sociedad, hasta el punto de conseguir lo que pocas veces se ha logrado en este país, la condena unánime por parte de toda la clase política, si bien los atentados fueron utilizados posteriormente como arma arrojadiza política, ya que el juicio de los atentados se convirtió en un pulso político entre el Gobierno de aquel entonces y la Oposición política.

Los artefactos explotaron entre las 7:37 y las 7:39 en las estaciones de Atocha, el Pozo del Tío Raimundo y Santa Eugenia, todas situadas en Madrid.

Plano de los atentados

Las primeras informaciones dadas por el Ministerio del Interior apuntaban a que los atentados fueron perpetrados por la banda terrorista ETA, a pesar del comunicado del entorno de Batasuna en el que se negaba la participación del grupo terrorista vasco. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encontraban en alerta ante la posibilidad de que ETA atentase en plena campaña electoral, ya que había programadas elecciones el día 14 de marzo. Sin embargo el mismo día 11 el periódico Al Quds Al Arabi recibió una carta en su sede londinense en nombre de Al Qaeda, la banda terrorista liderada por Osama bin Laden, en la cual se afirmaba la autoría de esta banda en los atentados.

Meses antes el Gobierno de España había apoyado la invasión estadounidense de Irak, por lo que España pasó a estar en el punto de mira del terrorismo islámico. El apoyo a la conocida como "Guerra de Irak" fue ampliamente contestado por parte de la sociedad española con el famoso "No a la Guerra", haciendo el Gobierno caso omiso de dichas manifestaciones.

Este hecho se cree que fue el determinante tanto de los atentados como de las informaciones erróneas transmitidas por el Ministerio del Interior, ya que los atentados podían tomarse como una represalia por el apoyo a la invasión de Irak y habrían provocado un vuelco en la Elecciones Generales del domingo 14 de marzo. Las previsiones de voto daban como ganador al candidato Mariano Rajoy, sin embargo el vencedor fue José Luís Rodríguez Zapatero, lo que se interpretó como una consecuencia de los atentados.

El balance final de víctimas fue de 191 muertos y 1857 heridos de diversa consideración, debiendo instalarse hospitales de campaña y haciendo las Autoridades Sanitarias un llamamiento a la ciudadanía para la donación de sangre y apoyo logístico (medicina, psicología, etc.).

Por todo el país se fueron sucediendo las manifestaciones de apoyo y las reacciones políticas, siendo los atentados condenados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, decretándose 3 días de luto oficial en España, ondeando a media asta las banderas nacionales de Francia, las de las instituciones europea y las de Rumanía. El Rey se dirigió a la Nación por telvisión, siendo la única vez junto con el 23-F que lo hace sin ser el tradicional mensaje navideño. El 12 de marzo más de 11 millones de personas se manifestaron en diferentes ciudades españolas, siendo las más multitudinarias de la historia de España. La Guardia Real Británica entonó el Himno de España como muestra de condolencia. Los crespones negros se instalaron en comercios y edificios oficiales por toda la geografía española.